lunes, 7 de octubre de 2019

Las Cataratas Victoria


Entrada a las Cataratas Victoria
"La naturaleza hace grandes obras sin esperar nada a cambio", está frase me la mando una amiga durante su viaje a Ecuador cuando visitaba las islas Galápagos. Me ha venido a la memoria como introducción a este artículo sobre las Cataratas Victoria, y definir mejor lo que se siente al contemplar estas maravilla de la Naturaleza. Aunque ya sea el final del viaje, no deja de ser uno de los momentos más esperados de toda la ruta. Tenía claro desde el primer momento cuando planifique el viaje y más sabiendo que este terminaba en las Cataratas Victoria, que tenía que verlas, quería estar allí y contemplarlas con mis propios ojos. Fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1989.
Estatua de Livingstone
Tras adquirir la entrada, nos disponemos a visitar las Cataratas y desde el punto de acceso ya se puede escuchar el ruido que producen, de ahí el nombre que tienen en lengua local "Mosi oa Tounya"; la "humareda que ruge", debido a la bruma y al estruendo que sus 550.000 mts3 de agua provocan al desplomarse desde 111 metros de altura. Vemos en primer lugar la gran estatua de Livingstone que hay al principio del recorrido. Fue el medico, misionero y explorador británico quien descubrió en 1855 las Cataratas Victoria, nombradas así en honor a la reina Victoria de Inglaterra. Se componen de diferentes caídas de agua, cada una de las cuales recibe un nombre distinto: la catarata del Diablo, la catarata Principal, la catarata del Arco Iris y la catarata del Este.
Camino por las Cataratas Victoria
Continuamos nuestra visita por el camino que esta perfectamente marcado al igual que los distintos puntos desde donde se pueden observar las Cataratas. Me da un poco de pena esta situación ya que parecen que se han convertido en un recorrido para mera atracción turística (entiendo que se quiera sacar el mayor provecho de ello para beneficio de la población, pero siempre respetando la Naturaleza y el entorno en donde se encuentran), esta sensación se acrecienta cuando veo a los distintos turistas pasar por los puntos marcados en el recorrido y realizan las fotos y vídeos pertinentes, para una vez cumplido el objetivo pasar al siguiente punto sin más con una rutina pasmosa y sin tan siquiera pararse a contemplar lo que de verdad tienen enfrente y lo afortunados que son al estar allí y vivir ese momento único.

Desde este blog, hago un llamamiento especial para que la gente que viaje a la hora de realizar fotos no solo sean para sus redes sociales, recuerdos y conocidos, sino que también disfruten del entorno en dónde se encuentran y sepan apreciar el momento. Las Cataratas Victoria son, sin duda alguna, uno de los mayores espectáculos naturales del mundo. Mientras nuestra piel se humedece con los destellos del río Zambeze, cobijados tras un eterno arco iris, vivimos uno de esos momentos inolvidables del viaje, en uno de los más bellos escenarios, sintiendo con mayor intensidad la grandeza con que la Naturaleza se manifiesta.

El lado de Zimbabue es el que más agua tiene, en claro contraste con el lado de Zambia que esta totalmente seco. Son impresionantes a pesar de que este año sea el que menos agua lleva, pero de todos modos impresiona verlas, no solo in situ, sino a través del vuelo del helicóptero que hemos reservado como actividad. El vuelo que realizamos por las Cataratas Victoria se nos hace muy corto porque lo que vemos a pesar de la poca cantidad de agua que llevan, siguen siendo uno de los más grandes espectáculos de la Naturaleza y una de las imágenes de todo viaje que sin duda va a permanecer para siempre en la memoria.
El sur de África sufre una de las peores sequías, dejando a las Cataratas Victoria sin agua. La emergencia y cambio climático esta provocando que se viva una situación sin precedentes y en la actualidad (yo realice este viaje en Octubre), están prácticamente secas, cayendo solo un poco de agua. En estas fechas el nivel suele descender pero ahora mismo es algo alarmante. Las imágenes que ofrecían de las Cataratas Victoria, durante estos días en la Cumbre de Madrid sobre el Clima, cuando apenas hacia dos meses que las había visitado, eran desoladoras, con los recuerdos del viaje aún muy presentes en el recuerdo, mostrando un muro imponente de roca seca en donde se tenía que estar produciendo un enorme y espectacular salto de agua...

Además de la belleza indómita de las cataratas, es hoy en día uno de los destinos mundiales para realizar actividades de aventura: rafting, puenting, vuelos en helicóptero... y para aquellos que prefieran actividades más relajadas se puede pasear por sus calles, visitar la zona local, su mercado tradicional y muchas sorpresas mas. Si visitas los distintos mercados tradicionales que hay, veras que están diferenciados claramente por los productos que venden en sus puestos (artesanía, telas, alimentación, etc ...) 

En todos ellos, y así como los que te encuentres durante todo el viaje, tendrás que tener en cuenta que habrá que regatear. También en los mercados de las Cataratas Victoria ya que forma culturalmente parte de la tradición comercial local. Por lo tanto rechazarlo a menudo se malinterpreta y puede contribuir al aumento del costo de la vida. Por otro lado, no debe olvidarse que unos importes pequeños para el visitante pueden ser de gran importancia para el receptor. La artesanía local requiere mucho trabajo y tiempo y tienes que saber entender y valorar el trabajo artesanal que hay detrás de cada pieza a la hora de empezar a regatear.

En África, la cultura de las propinas es parte de la idiosincrasia del continente, no están ligadas al sueldo que cobra un trabajador, sino que son un elemento tradicional de agradecimiento, que el personal (conductor, cocinero y ayudante) espera como compensación extra por un trabajo bien hecho, al final del itinerario. Las propinas son completamente voluntarias y cada viajero puede dar (o no dar) lo que le parezca más adecuado a los servicios recibidos por el personal a lo largo de la ruta que hemos estado realizando en todo este estupendo y maravilloso viaje. También es habitual que se de una propina extra a los guías locales.


* Para la elaboración y desarrollo de este artículo se han tenido en cuenta los datos obtenidos a través de la wikipedia, y las propias experiencias vividas durante el viaje. (Fotografías e ilustraciones originarias de Pedro García Barbudo).

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