miércoles, 9 de octubre de 2019

El Delta del Okavango

Dejando atrás las tierras áridas de Namibia, cruzamos la frontera con Botswana para llegar a las verdes y azules orillas del Delta del Okavango (declarado en 2014 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), es uno de los lugares más hermosos del mundo. Es el mayor Delta interior del Mundo y un lugar único en la Tierra con características muy especiales y que sin duda es un referente de los viajeros interesados por la naturaleza salvaje. Es un caso poco usual de Delta, en el sentido de que el río Okavango no desemboca en el mar. En realidad, no se trata de un verdadero Delta fluvial, ya que se produce donde el río desagua en una llanura con un clima mucho más seco que en sus cabeceras.

Cubre una superficie de entre 15.000  km² y 22.000  km² durante las crecidas. Geológicamente el río Okavango al llegar a Botswana serpentea entre dos fallas geológicas y acaba desbordándose y creando una extensa llanura anegada. Es una llanura amplia con un clima muy seco que ha formado un ecosistema único de plantas y animales. Tras recorrer unos 1.400 kms desde su fuente en los altos de Angola, el río Okavango se abre camino por las tierras arenosas de la cuenca del Kalahari. Acaba formando un complejo laberinto azul y verde compuesto de estrechos canalesislas, pantanos permanentes y estacionales: un rico ecosistema cuya superficie puede variar según los años, el clima y sobre todo las crecidas.

Nuestro campamento en el Delta del Okavango
Un Martín Pescador Malaquita


Nenúfar en el Delta del Okavango
Varía en función de las lluvias, de las lagunas que se forman y de la migración que realizan los animales durante la estación del año que nos encontremos. Tenemos el placer y la exclusividad de alojarnos en un safari camp a orillas de un de las mayores lagunas del Delta, sin duda una de sus zonas más bellas e idílicas donde la flora es especialmente generosa y podemos disfrutar del Delta en todo su esplendor. Es una experiencia que no tiene comparación, siendo una de sus principales características, que su paisaje cambia dependiendo de la estación del año en la que nos encontremos. Recorremos sus canales en lanchas rápidas a través de miles de plantas de papiro, y allí donde la profundidad no lo permita, tomaremos los "mekoro"

Los "mekoro" son las canoas tradicionales (antiguamente se construían con el tronco de un árbol), que se usan en el Delta del Okavango, nosotros las utilizamos para navegar siguiendo el relajado fluir del Delta, descubriendo sus nenúfares, papiros, árboles, islas y fauna...sumergiéndote en un mundo que apenas ha sido alterado por la presencia y la mano del hombre. Estas canoas tradicionales son el medio de transporte ideal para recorrer el corazón y los lugares de uno de los ecosistemas más diversos, rico e idílicos de todo el continente africano y de nuestro planeta, pudiendo así alcanzar con facilidad cualquiera de las múltiples islas que lo forman.

Cormorán secando sus alas tras zambullirse en el Río Okavango
Un grupo de Garzas Goliat blancas en el Delta del Okavango


Águila Pescadora africana
Helicóptero para sobrevolar el Delta del Okavango
En el Delta del Okavango  podemos encontrar cientos de animales y plantas además de multitud de aves que conviven en un equilibrio único en la Tierra. Durante el paseo en "mekoro" nos informan de la difícil situación que están atravesando los barqueros de estas embarcaciones por las pésimas condiciones laborales, y a pesar de ir a la huelga, les ha servido de poco, siendo pésimas las condiciones con las que realizan su trabajo, con un salario bastante pobre siendo explotados en la mayoría de los casos. Decidimos a la hora de dar la pertinente propia (una vez concluido el recorrido), aumentar la cantidad que normalmente tenemos estipulada para estos casos y así contribuir a aliviar un poco la situación de estas personas que con tanta profesionalidad y tan buen hacer nos han tratado. 

Nosotros a pesar de estar rodeados de este espectacular paisaje, queremos disfrutarlo también a través de la actividad que hemos contratado en este viaje, que consiste en un vuelo en helicóptero por el Delta del Okavango. Desde este blog quiero recomendar especialmente a cualquiera que vaya a realizar un viaje parecido o igual al mio, esta actividad del vuelo en helicóptero, sino esta incluida en el viaje inicial. Nosotros ya lo teníamos muy claro que era una actividad que íbamos a realizar, porque siempre habíamos oído o visto referencias muy positivas sobre la misma. La verdad es que fue una experiencia única. 

El entorno donde nos encontrábamos, siendo uno de los paisajes más bellos del planeta, más el aliciente de verlo a través de las vistas que se nos ofrecían desde el helicóptero, hace que el momento sea único e inolvidable. No se puede explicar las sensaciones de estar sobrevolando el Delta, sus islas y ríos, contemplando desde las alturas las grandes manadas de elefantes, los hipopótamos dentro del agua, las aves que pasan volando a tu alrededor, junto con su abundante e increíble vegetación.
 
Disfrutar de una experiencia en la que te encuentras completamente inmerso dentro de la propia naturaleza, viendo unos amaneceres y unas puestas de sol fantásticas, oyendo desde la tienda de campaña, durante las noches que estés en este paraje sin igual, los ruidos propios de los animales que hay en el entorno, todo ello dentro de un silencio absoluto en medio de la nada, junto con el avistamiento de un montón de especies de animales, todo esto se hace realidad en El Delta del Okavango
 





Poder contemplar el amanecer y el atardecer al final del día en el Delta del Okavango resultó uno de los momentos que voy a retener en la memoria para siempre, no solo durante este viaje, sino también con las experiencias del resto de viajes que he realizado. Son uno de esos momentos en los que merece la pena el viajar para ver lugares únicos y espectaculares. Contemplar  el amanecer con una taza de café a los pies del Delta en un silencio solo roto por los animales del lugar, mientras ves pasar algún cocodrilo a tu lado, al mismo tiempo que el sol con sus rayos da comienzo a un nuevo día, que poco a poco va iluminando el paisaje, es una de las sensaciones más relajantes e inolvidables que sin duda puedes experimentar. 


* Para la elaboración y desarrollo de este artículo se han tenido en cuenta los datos obtenidos a través de la wikipedia, y las propias experiencias vividas durante el viaje. (Fotografías e ilustraciones originarias de Pedro García Barbudo).

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