jueves, 17 de octubre de 2019

Swakopmund - Costa esqueletos- Cape Cross

Después de nuestro increíble paso por el Desierto del Namib, nos encaminamos hacia el próximo destino que tenemos en este viaje maravilloso, la ciudad de Swakopmund. Otro de los pocos puntos en donde vamos a poder disfrutar de un hotel y no pasaremos el día en las tiendas de campaña que nos acompañan durante toda nuestra ruta.  SWAKOPMUND:  Los Namas fueron los primeros en habitar las proximidades de la desembocadura del río Swakop, pero fueron los alemanes quienes se establecieron allí en 1892, siendo el principal refugio de los navegantes en la costa oeste de Namibia y así poder facilitar los intercambios entre la Alemania continental y la colonia. La ciudad de Namibia, esta situada en la costa atlántica, al oeste del país. La delicadeza de su arquitectura colonial la convierte en una autentica joya entre el océano y el desierto. Es uno de los mejores ejemplos conservados de la arquitectura colonial alemana en el mundo. Cuenta también con un aeropuerto, y entre sus principales atractivos destacan, un museo de transporte, el Acuario Marítimo Nacional, una galería de cristal y dunas de arena espectaculares cerca de Langstrand (en alemán y afrikáans significa "larga playa") al sur del río Swakop (de ahí su nombre). Rodeada por el Desierto de Namib por tres de sus lados, contrasta mucho con las grandes dunas del desierto que la rodea y la fuerza de las aguas frías del Atlántico al Oeste, donde pescan centenares de flamencos


La fría corriente oceánica de Benguela proporciona humedad al área en forma de niebla que puede alcanzar distancias tan extensas como 140 kilómetros tierra adentro. La fauna y la flora del área se han adaptado a este fenómeno y ahora cuentan con la niebla como una fuente de humedad. A pesar de que esta atardeciendo decidimos darnos una vuelta por está preciosa ciudad, para ver algunos bonitos edificios. Sorprende que no vemos a practicamente  nadie por las calles, es un paseo tranquilo y agradable, y solo de vez en cuando se nos acercaba alguién para ver si nos vendía algo. Nos encaminamos hacia sus playas y el malecón en donde pudimos disfrutar de unos de los atardeceres más bellos del viaje.

Tras pasar la noche en el hotel Villa Viese, nos levantamos temprano eso si tras un buen desayuno, para ponernos en ruta y visitar la Costa de los Esqueletos y el Cabo de Cape Cross con su enorme colonia de leones marinos. La costa Atlántica de  Namibia es un lugar de autentica leyenda ya que desde la época de los exploradores portugueses, esta zona fue calificada como maldita por sus durísimas condiciones ambientales, sus numerosas nieblas y bancos de arena que hacían naufragar a cualquier navío que se aproximara a la costa. Hoy en día gracias a los grandes avances que hay en la mejora de la navegación, son pocos los navíos que llegan a  zozobrar en estas costas y la mayor parte lo hacen cerca de Swakopmund, no dentro del Parque Nacional de Costa Esqueletos. Visitamos la Costa de los Esqueletos fuera del Parque Nacional, ya que allí es donde encontraremos los paisajes más emblemáticos y bellos de esta singular zona.

COSTA DE LOS ESQUELETOS: Tramo de la costa occidental de África localizado en Namibia, donde la llegada de la corriente fría de Benguela produce densas nieblas oceánicas la mayor parte del año. Los vientos soplan desde el interior del continente hacia el mar, con lo que cae muy poca lluvia, y el clima es completamente inhóspito. Por otro lado, hay un constante e intenso oleaje en las playas. En los días de los botes a remo era posible desembarcar atravesando la marea, pero imposible volver a zarpar. La única forma de salir del sitio era caminar cientos de kilómetros a través del árido desierto. Esto y los numerosos restos de barcos naufragados que pueden hallarse a lo largo de la costa, consecuencia de la niebla, los vientos y el fuerte oleaje, han dado a ésta su macabro nombre. Namibia ha declarado esta zona de 16.000 km² como Parque Nacional, abarcando desde la desembocadura del río Ugab, en el sur, hasta el río Kunene en el norte. Por supuesto no podemos dejar de visitar el punto más interesante de estas agrestes costas; la reserva de focas de Cape Cross, hogar de una de las mayores colonias de leones marinos del mundo, que puede llegar a contar con hasta 100.000 miembros en la época de cría.

Cruz de Diego Cao
CAPE CROSS: El cabo fue descubierto por el navegante portugués Diego Cao​ que erigió una gran cruz de piedra en 1486 para marcar el punto más austral jamás alcanzado por los europeos en África. Visitamos esta espectacular reserva (a las puertas del Parque Nacional de Costa Esqueletos). Es un área protegida del gobierno de  Namibia, siendo el hogar de una de las mayores colonias de leones marinos que hay en el mundo y la más grande de África. Fue declarada reserva en el año 1968 y protege unos 60 km².

Está clasificada como una reserva natural y faunística, formando parte de unos de los dos principales lugares en Namibia en el que las focas son sacrificadas, en parte para la venta de sus pieles y en parte también para proteger a las poblaciones de peces.
El impacto económico de estos leones marinos en los recursos pesqueros es polémico: mientras que un estudio del gobierno encontró que las colonias de focas consumen más pescado que todo el que la industria pesquera puede atrapar,​ la sociedad de protección animal «Seal Alert South Africa» estimó las pérdidas en menos del 0,3% de la pesca comercial. Nos avisan que el olor es fuerte, debido a la gran acumulación de estos animales y a los residuos que producen, sin contar también con los de las numerosas aves que también hay en la zona. A mi personalmente no me resultó tan intenso y lo pude llevar bien, pero a lo mejor a otras personas si que se lo puede parecer, por eso desde el blog lo dejo escrito para que se tenga en cuenta a la hora de visitar la reserva.
Mires por donde mires siempre vas a ver un montón de ellos, unos durmiendo, otros se están bañando, otros se pelean, y las crías sobre todo juegan… No sabes dónde posar la mirada. La característica que a mi más me llamo la atención nada más llegar a Cape Cross es la cantidad de sonidos que emiten, son bastantes altos y similares a rugidos que te van a acompañar durante toda la visita. Tenemos que tener cuidado ya que algunos leones marinos se encaran cuando estamos por los alrededores; siempre hay que ser muy respetuoso con los animales y su medio ambiente, somos nosotros los intrusos y los que perturbamos su hábitat.
 
Todavía no han llegado los machos, lo que nos priva de ver un espectáculo único, ya que además de ver el gran tamaño de estos animales, su llegada haría también que se produzcan peleas entre ellos para delimitar el territorio y la hegemonía sobre las hembras. A pesar de todo, vemos tan concentración de leones marinos con sus crías, que nos quedamos sorprendidos. También observamos que hay algunos perros salvajes al acecho de alguna pequeña cría distraida. En ese instante pudimos ver como uno de ellos se hace con una pobre infeliz y presenciamos el trágico final delante de nosotros, el resto de la colonia ni se inmuta.
Se producen casos de crías pequeñas que debido a la gran cantidad de animales que hay, se quedan atrapadas entre los cuerpos de los adultos y perecen por aplastamiento, de ahí que siempre estas colonias estén rondadas por chacales y perros salvajes .Como es época de cría se pueden observar muchas de ellas no solo amamantandose de sus madres, sino correteando alrededor de ellas, muchas veces sin dejarlas en paz. De repente, sin previo aviso, vemos como la colonia con un movimiento casi sincronizado se empieza a mover y se encaminan hacia la playa para sumergirse en sus gélidas aguas. Un espectáculo único y que de verdad merece la pena vivir en persona y no solo a través de los documentales que se han visto y se ven por televisión.
   


* Para la elaboración y desarrollo de este artículo se han tenido en cuenta los datos obtenidos a través de la
wikipedia, y las propias experiencias vividas durante el viaje. (Fotografías e ilustraciones originarias de Pedro García Barbudo). Fotografía del grupo en el malecón de Swakopmund y el video del atardecer en timelapse gracias a nuestra gran amigo LUIS FALCÓN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario