
PARQUE NACIONAL DE CHOBE: Exploramos este extenso parque guiándonos por la presencia del
río Chobe,
que es el que da nombre al
Parque, para contemplar los grandes grupos
de
elefantes que se reunen en sus orillas, los
leones que los siguen
atentamente, los
cocodrilos y las
manadas de
hipopótamos que habitan en
el río y las numerosas
especies de aves que se acercan a sus aguas. Se encuentra en el
desierto del Kalahari, cerca de la ciudad de
Kasane al norte de
Botswana. Tiene una superficie de 10.698 kilómetros cuadrados, que lo
convierten en la tercera reserva más grande de ese país, con más de 70.000 elefantes, cuya población ha estado aumentando constantemente durante el Siglo XX, estimándose actualmente en unos 120.000 ejemplares.

El
elefante del
Parque Nacional de Chobe es
migratorio, realizando migraciones de hasta 200 kms de los
río Chobes y
Linyanti, donde se concentran en la estación seca, hasta las depresiones
del sureste del parque, donde se dispersan en la temporada de lluvias. Además de los
elefantes, se puede ver gran variedad de
fauna,
especialmente en los meses secos del invierno. Es en estas fechas cuando
elefantes,
búfalos,
cebras,
jirafas,
impalas y otros animales se concentran a lo largo del
río para beber. El
Parque Nacional de Chobe es un destino importante para el avistamiento de vida salvaje de todo tipo, una perfecta opción para un
safari que el viajero no se puede perder, especialmente los que transcurren por el
río
Es uno de los santuarios más hermosos de la fauna africana, ofreciéndonos un inolvidable espectáculo de naturaleza. Durante nuestra estancia en este maravilloso
Parque de Chobe disfrutamos de dos
safaris únicos. Uno
durante el atardecer en donde exploramos el
Parque desde un punto de
vista excepcional, montados en una barcaza por la que navegamos por el
río Chobe obteniendo unas vistas privilegiadas de su fauna. A la mañana siguiente, realizamos el otro
safari,
pero esta vez, montados en vehículos 4x4 por los que pudimos circular
por los caminos que forman el
Parque y disfrutar de la abundante
fauna
que alberga.


Nos montamos en la barcaza y remontamos el
río Chobe
a la vez que disfrutamos del paseo y de las espectaculares vistas,
observando la gran variedad de fauna que se concentraba en sus orillas. De entre todos los animales que pude disfrutar durante mi visita a este
hermoso parque, además del elefante, yo destacaría a
los
cocodrilos, que
podrás ver tomando el sol plácidamente en sus orillas. Su aspecto, con
su
"eterna sonrisa", y esa manera de estar tan relajada, pero que no deja de imponer por su impresionante y aterrador tamaño. También podrás ver grandes cantidades de
hipopótamos flotando en la
superficie, que salen durante un rato de debajo del agua para respirar
durante un momento y luego se vuelven a sumergir, los podemos ver pastando por las
islas y también por las
riberas del
río, solos o también acompañados de sus crías, o simplemente están tomando
el sol.
Pueden estar tumbados cubiertos de barro para protegerse del sol y los
mosquitos durante horas, esperando que llegue el anochecer para ponerse
en marcha. Se puede observar durante toda la visita al Parque Nacional de Chobe que tanto los cocodrilos como los hipopótamos mantienen unas distancias prudenciales
entre ello. Aunque un cocodrilo no supone en sí una amenaza para un hipopótamo adulto, debido a su gran tamaño, si puede presentar cierto peligro para sus crías pequeñas.

Se ven multitud de islotes desde donde podemos observar como pastan en ellos grandes cantidades de búfalos, siendo estos animales uno de los que más abunda en todo el Parque Nacional de Chobe. No podemos terminar de una manera mejor sino es disfrutando de una increíble puesta de sol a bordo de la barcaza, con sus increíbles colores rojizos que se reflejan en las aguas del el gran río, envueltos en un profundo silencio que solo es roto por la fauna que se encuentra en este entorno único y sin igual.


Al día siguiente aunque hace poco que ha amanecido y con solo unos pocos rayos de sol en el horizonte, nos encaminamos a realizar el otro
safari que tenemos en la ruta, durante nuestra visita al
Parque Nacional de Chobe. Montamos en un 4x4 para adentrarnos en el
Parque y conocer más las secretos que esconde. Llegamos a la entrada del
Parque, y nuestro amable conductor
aparcó un momento para ir corriendo a buscar los permisos para entrar. A pesar del madrugón vemos que es la hora punta en la entrada del
Parque, las excursiones
empiezan a la misma hora y todos quieren ser los primeros en salir. Recorremos el
Parque entre los caminos de tierra, arena y también entre sus árboles a la búsqueda de cualquier animal que pueda encontrarse cerca.
Como ya he comentado en otros artículos de otros blogs que he realizado sobre mis viajes por África, a la hora de realizar un safari, para mi es importante que la gente no se obsesione a la hora de la búsqueda de los animales que pueda encontrar. Hay personas que a toda costa durante los viajes quieren ver los "Cinco Grandes"(león, elefante, leopardo , rinoceronte y búfalo), y si no los ven, a menudo se decepcionan , y no se dan cuenta que los animales tienen voluntad propia y no siempre están donde se
les busca. Con la naturaleza, es complicado planificar nada
porque ella va a su ritmo, lo mejor es disfrutar del momento y del lugar en donde ahora te encuentras, dándote cuenta de lo gran afortunado que eres por lo que estas viendo.
 |
Gallinas de Guinea |
La primera parte del recorrido lo realizamos junto a las orillas del
río, en donde avistamos a los omnipresentes elefantes con sus crías,
hipopótamos y también cocodrilos, pero también podemos observar al
Marabú y a las Gallinas de Guinea. Luego nos adentramos más en lo que es el interior del Parque, y aunque durante toda nuestra visita no pudimos ver ningún leopardo ni tampoco a algún rinoceronte, no dejo de ser una experiencia muy gratificante viendo Kudus, hienas, babuinos y hasta leones.
 |
Marabú en el río Chobe |
 |
Antílope Kudu macho pastando por el P.N. de Chobe |
Hicimos un alto en un punto del
Parque para realizar un pequeño desayuno, que el guía nos montó muy amablemente y también muy rápido encima del capó de nuestro vehículo 4x4. Consiste en un poco de
café,
té para el que lo prefiera todo acompañado de
galletas y
bollos. De pie pudimos contemplar un paisaje maravilloso y nos vino bien estirar un poco las piernas después de llevar un tiempo sentados. Era raro estar allí de pie, comiendo en medio del
Parque Nacional, pero por suerte no se nos acercó ningún depredador, ni ningún otro tipo de animal. Después de este breve desayuno, continuamos con nuestro
safari por el gran
Parque.
 |
Antílope Kudu macho |
Se notaba que ya iba avanzando el día y hacía bastante calor. Ibamos avanzando por los caminos que más o menos están marcados por el
Parque, por lo que dependemos del movimiento de los animales que se encuentran por la zona por donde pasamos para poderlos observar. El momento más emocionantes es cuando vemos como varios
antílopes Kudus salen corriendo entre la vegetación, e instantes después les persigue una
hiena.
 |
Hiena persiguiendo al antílope Kudu por el P.N. Chobe |
El guía no se lo piensa y nos lanzamos nosotros también tras ello por lo que vivimos unos momentos de persecución tras los animales, observando como corren para librarse del depredador. Tras este momento único se nos ha echado el tiempo encima y tenemos que
finalizar el
safari volviendo a la entrada del
Parque Nacional de Chobe, y desde
allí realizar la vuelta al hotel para comer y pasar el resto del día comentando
los experiencias de los
safaris realizados por estos maravillosos lugares, para más
tarde partir hacia las
Cataratas Victoria y comenzar la parte final
de este apasionante viaje por el
Delta del Okavango.
* Para la elaboración y desarrollo de este artículo se han tenido en cuenta los datos obtenidos a través de la wikipedia, y las propias experiencias vividas durante el viaje. (Fotografías e ilustraciones originarias de Pedro García Barbudo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario